miércoles, 20 de julio de 2011

La carrera Bolívar movía la Villa

Por Carlos E. López Castro

De Norte a Sur, la carrera Bolívar en un tiempo iniciaba en el antiguo Bosque de la Independencia, pasando por el cementerio de San Pedro, el hospital San Vicente de Paúl y el parque de Berrío para terminar en la antigua estación del ferrocarril de Amagá hacia el sur de la calle San Juan.
Sobre la carrera Bolívar, escribe Carlos J. Escobar G. en su libro Medellín hace 60 años:
“Desde el “Cementerio de San Pedro”, de para arriba, es decir, según la corriente o dirección del río Medellín en antes el “Aburrá”, no había sino pedazos de mangas cubiertos de maleza y cercadas con alambre de púas, y con muy pocas casas, las que estaban colocadas a larga distancia la una de la otra… Hasta llegar al “Puente de Arco” el que estaba construido con mezcla de concreto con piedra labrada, con barandas o rejas del mismo material y pintada con color verde, el cual tenía a uno de sus lados la vieja casa donde funcionó el taller de tejidos de don Carlos Montoya, y al otro la de don Julián Vélez la que estaba cerca a la botica del doctor Teodomiro Villa… Seguía por la parte occidental de la Plaza de la Candelaria la casa de dos pisos con balcón hacia la plaza y pintada de verde de propiedad de los señores Restrepos; lugar ocupado por los edificios donde están las oficinas de la Compañía “Colombiana de Tabaco” y del “Banco de Bogotá… y por último la vieja y mal constuida casa en donde estaban los “Baños de Palacio”1 (1 Carlos J. Escobar. Medellín hace 60 años. Instituto Tecnológico Metropolitano, primera edición 1946, p. 56-61)

BAÑOS DE PALACIO
“En la antigua casa de don Juan Mora Berrío, situada en el Terminal de la hoy carrera Bolívar, estableció el señor Antonio Palacio una casa de baños alimentados por aguas que el señor Mora Berrío traía de su finca de Miraflores, después de …
CEMENTERIO DE SAN PEDRO

CARRERA BOLÍVAR. “Hasta 1897 esta carrera en su parte sur iba solamente unos metros después de Maturín. En ese año por acuerdo N° 28 se hizo un contrato con Rafael Isaza, Macario Restrepo, Eduardo Vásquez y otros para abrirla hasta la calle de San Juan y se abrió en efecto en esos tiempos. Oí decir alguna vez que D. Luis Girardot, padre de Atanasio [Girardot] trató de abrir esta calle desde fines del siglo XVIII o Principios del XIX y no pudo conseguirlo porque desde entonces abundan los ‘hombres estorbo’. De San Juan va esta falle hasta el Bermejal y esta última parte fue la entrada única de Medellín por el lado norte hasta que se abrió Carabobo. Se ha ampliado esta carrera en los puntos siguientes:
En 1923 o 1924 en el costado occidental del parque con
motivo del incendio que hubo pocos años antes en ese lugar. Entre Boyacá y Calibío: según escritura del 8 de marzo de 1920, Ricardo alano cedió una faja gratuitamente frente al edificio Olano, para construir éste. Quiero anotar que la círcunstancia de que yo ofrecí al municipio esta faja espontáneamente suplicándole al Cabildo que aceptara la donación que hacía por convenir a mis intereses, pues el edificio qUe iba a construir quedaba mejor y ganaba mucho, dando a una calle ancha en vez de una estrecha.
Según Acuerdo N° 82 de 19 de junio de 1922, Ma. Josefa v. de Córdoba vende 103 varas cuadradas a $30.00 vara.
Según Acuerdo N° 121 de 9 de septiembre de 1922, Enrique Mejía vende una faja de 48 varas por $1.448.00 para ampliar Bolívar a continuación del anterior.
Según Acuerdo N° 153 de 11 de octubre de 1927, Enrique Mejía y Benjamín Moreno venden por $10.000 un ensanche donde está hoy el Edificio Henry,
Acuerdo N° 224 de 1932: Lajunta del Hospital de S. Vicente de Paúl cede al Distrito una faja de terreno de 144 1/2 metros de longitud por 3 metros de latitud, con cabida total de 433.40 metros cuadrados para ensanche de la carrera Bolívar; tal junta cercará de alambre sus terrenos frente a las carreras de Bolívar y Carabobo, y mantendrá limpios y despojados los frentes de tales carreras. Para tales gastos dará el Distrito $300.
Otras ampliaciones se hicieron en la parte norte de la carrera.
Entre ellas al frente del Hospital y al frente del barrio del Prado, por sesión gratuita que hicieron sus dueños Enrique Moreno y Ricardo alano. Acuerdo N° 187 de 1933.
El puente sobre la quebrada en el punto en que la cruza esta carrera fue construido por Caldas en 1814 Y fue el primero que hubo en la ciudad y se llamaba Puente de Arco. Fue reconstruido en 1906”.

**LA PESTE DE LA SALUD EN COLOMBIA

 Por Carlos E. López Castro

La palabra peste significa: enfermedad contagiosa y grave que produce mucha mortandad. Hedor, olor intenso y fétido. Cualquier enfermedad mortal. Excesiva abundancia de cosas consideradas negativas. Y parece que todo lo anterior fuera sinónimo de “ley 100”, cuyo ponente fue el entonces senador Álvaro Uribe Vélez, ley que ha causado la mortandad en pacientes, iliquidez para trabajadores de la salud y hospitales que han sufrido las inclemencias de un aberrante negocio corrupto que antes era un derecho fundamental: la salud.
    Pasaron 18 años en Colombia para conocer las desventajas de esa Ley aprobada en 1993, que desde el principio mostró mala atención, negación de medicamentos y tratamientos, falta de garantías laborales de médicos y empleados, aumento de tutelas y paseos de la muerte. Tantos años de inequidad y corrupción para que el país conociera que las únicas que han recibido beneficio lucrativo (a costa del detrimento de la salud de los colombianos) han sido algunas Empresas Promotoras de Salud, EPS, otra peste y dolor de cabeza mortal para pacientes, médicos y empleados de la salud.
    La Superintendencia Nacional de Salud intervino a la EPS Saludcoop, por el  aumento de su cartera vencida y por recobros y sobrecostos fraudulentos al Fondo de Solidaridad y Garantías, FOSYGA, por 42 mil millones de pesos. Un informe de la Superintendencia dice que: “en la visita de inspección hecha del 14 al 18 de marzo pasados, encontró que Saludcoop giró 8.013 cheques por un valor superior a 266 mil millones de pesos, pero ese dinero no ha sido recibido por los proveedores”. Dicho cartel -palabra utilizada en el informe- tiene como fin “negar la prestación de los servicios contemplados en el POS con cargo a la UPC y recobrarlos ante el FOSYGA (no POS), vía aprobación de tutela o CTC, para de esta manera obtener ingresos adicionales”. De esta manera el sistema de salud pagaba dos veces el mismo tratamiento.
    Algunas EPS han crecido tanto como negocio que Coomeva, que ya tiene banco propio, ha crecido 26 veces más. Saludcoop 200 veces. Y Salud Total, 82 veces. Esto en tan solo 12 años.
    Saludcoop se convirtió en la empresa aseguradora de salud más grande del país, cuenta con casi cuatro millones de afiliados y, junto con las EPS Cafesalud y Cruz Blanca, del mismo grupo, manejan el 30 por ciento del mercado de aseguramiento de la salud. El negocio de Saludcoop además cuenta con una cooperativa de trabajo “Serviactiva” la cual suministra el personal de servicios generales, y que le descuenta una porción del salario a los trabajadores dejándole una mayor ganancia a la EPS.
    Además de los servicios generales, los médicos, especialistas, vigilantes, call center, abogados, son contratados por empresas pertenecientes a Saludcoop y como cooperativa debe destinar parte de sus ingresos a la educación, pasando sus utilidades al Colegio “Los Pinos” de Bogotá, del cual también es dueño Saludcoop.
    Es importante recordar que Saludcoop aportó a la campaña a la presidencia de Uribe, 50 millones de pesos. Todas las denuncias de varias EPS venían desde hace varios años, según un estudio en 2009 de la Universidad Nacional,  en artículos periodísticos de Daniel Coronell y debates del senador Jorge Robledo, además de organizaciones de médicos y de defensores de la salud.
    Por todo lo anterior, es urgente una reforma o abolición de la ley 100 que haga de la salud el derecho fundamental que debería ser y no la peste de corrupción, el tráfico de las necesidades de los colombianos que enriquece el bolsillo de algunas EPS.

Historia del fútbol y del Mundial sub 20


 Por Carlos E. López Castro

El 29 de julio será el partido de inauguración de la  Copa Mundial Sub 20 que realizará Colombia. La ciudad de Medellín tendrá el grupo F integrado por las selecciones de Argentina, México, Corea e Inglaterra. Este último país es protagonista de la historia del fútbol en sus inicios.
EN INGLATERRA
    El fútbol, como cualquier invento de la humanidad, no nació de la noche a la mañana. Se cuenta que en el antiguo Egipto, en China, Grecia y hasta en India se practicaban juegos parecidos. Fue todo un proceso que en la Europa medieval se inició como un juego de pelota que se practicaba sin ningún reglamento del terreno, duración o participantes, donde era hasta permitido dejar heridos en el terreno. En Gran Bretaña, los habitantes de Cornualles practicaban el “hurling”, consistente en competir en carreras desenfrenadas por valles y montes, atravesando incluso ríos, para depositar la pelota en la portería contraria.1
En Inglaterra, los hijos de familias acomodadas que iban a la escuela pública (public schools) practicaban este juego de pelota, y luego en las principales universidades como Oxford y Cambridge. Las primeras reglas del juego nacen en 1845, cuando es prohibido las patadas en la tibia y ya no se puede usar las manos. La palabra fútbol viene de football palabras inglesas que quieren decir pie y pelota, y se empieza a diferenciar del rugby en la Universidad del mismo nombre, en la cual se permitía coger el balón con las manos.
    En 1863 se funda en Londres la Football Association (FA). En 1871 se crea la Copa de Inglaterra. En 1882 ya existen cerca de mil clubes afiliados a la FA, gracias a que nacen por medio de una relación social en torno a la parroquia, a la industrialización (clubes de empresas) y a la construcción de ferrocarriles, con lo cual se democratiza el fútbol y va dejando de ser un privilegio de unos pocos.
    En 1905, la FA cuenta con diez mil clubes afiliados, y en 1910 con treinta mil jugadores amateurs asociados. La democratización llega a su término y desaparecen los jugadores de las élites.2
El 21 de mayo de 1904 nace la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) y se establecen reglas a nivel mundial.
    Se cuenta que la llegada del fútbol a América se hizo por medio de ingleses que llegaban con su expansión económica, principalmente para la construcción de ferrocarriles, compañías de navegación, con trabajadores de casas comerciales portuarias, empresas mineras o en la instalación de líneas telegráficas.
    En Colombia, con su situación geográfica, las ciudades de Barranquilla, Santa Marta y Pasto (límítrofe con Ecuador) se consideran las iniciadoras del fútbol. A Colombia todo llegaba y salía por vía marítima, y por el río Magdalena, además que la naciente industria cafetera y bananera necesitaba ferrocarriles para una mejor exportación. 
    En 1908, de pronto, calles, potreros y cualquier lugar abierto de Barranquilla empezaron a verse invadidos por jóvenes que le pegaban con los pies a una pelota mientras corrían tras de ella para evitar que otros la tomaran. Inicialmente fue sólo una diversión, sin visos de seriedad. Al promediar 1908 (según el historiador barranquillero Mike Urueta) Arturo de Castro, joven barranquillero  recién llegado de Gran Bretaña en donde estudió, empezó a motivar a sus amigos para organizarse en equipos.3 Fue así como nació el primer equipo en Colombia con el nombre de Barranquilla Fútbol Club, que practicaban en un terreno conocido como La Esmeralda.
    En 1912, el primer equipo de fútbol en conformarse en la ciudad de Medellín se llamó Sporting y en 1913 nace el Medellín Foot Ball Club, que con el tiempo cambió de nombre por Deportivo Independiente Medellín.
    El 21 de mayo de 1904 nace la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) y se establecen reglas a nivel mundial. En Colombia se fundó la División Mayor de del Fútbol Colombiano (Dimayor) en 1948.
COPA MUNDIAL
SUB 20
    En Colombia se realizará la XVIII edición de la Copa Mundial de Fútbol Sub-20. Se disputará del 29 de julio al 20 de agosto de 2011. Los 24 equipos participantes se repartirán en 6 grupos de 4 equipos cada uno. Las ciudades sedes serán: Bogotá, Medellín, Cali, Manizales, Armenia, Cartagena, Pereira y Barranquilla. Copa Mundial de Fútbol Sub-20 es un torneo de selecciones nacionales de fútbol compuestas por jugadores masculinos menores de 20 años. El torneo es organizado cada dos años por la FIFA y surgió en 1977 como derivado de la Copa Mundial de Fútbol. Es la segunda competición más antigua de la FIFA y la segunda más concurrida después de la Copa Mundial.
    Llamada oficialmente Copa FIFA Coca-Cola hasta 1997 y Copa Mundial de Fútbol Juvenil hasta 2005, la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 se ha caracterizado por ser la plataforma de grandes figuras del fútbol mundial, como Diego Armando Maradona, Davor Suker, Luis Figo, Ronaldinho y Lionel Messi.
    Símbolos: el logotipo es una taza humeante de café con los colores del tricolor colombiano y su leyenda juvenil. La mascota es un papagayo que, según el comité organizador, representa todo el sabor, biodiversidad y fauna y flora de Colombia. Esta, fue elegida por el comité organizador porque representa la alegría y espontaneidad del pueblo colombiano como anfitrión de este evento.
    En el Mundial de Malasia 1997 se amplió el cupo de los 16 hasta los actuales 24 equipos participantes.
    Clasificación: 24 equipos participan en cada uno de los eventos. A excepción del país anfitrión, los 23 restantes participan en un proceso clasificatorio dentro de cada una de las confederaciones continentales: Asia, Campeonato Juvenil de la AFC. Africa, Campeonato Juvenil Africano. Norteamérica, Campeonato Sub-20 de la CONCACAF. Suramérica Campeonato Conmebol. Oceanía, Campeonato Sub-20 de la OFC. Europa, Campeonato Europeo de la EUFA Sub-19.
    En la Copa Mundial Sub 20, se dispuso la entrega del trofeo al goleador del evento. En caso de que más jugadores tengan igual número de anotaciones, es considerado ganador del llamado “Botín de Oro Adidas” aquél que tenga mayor asistencia. Desde la Copa Mundial de Fútbol Juvenil de 2005, fueron además instituidos el “botín de plata” y el “botín de bronce”, para los jugadores del segundo y tercer lugar.
    Otro de los premios es el Balón de Oro Adidas, al igual que en la versión adulta del torneo, es entregado al mejor jugador de cada edición del torneo. FIFA crea una lista con los 10 mejores jugadores del torneo y los representantes de la prensa especializada votan por ellos.
    El trofeo oficial de la Copa Mundial Sub- 20 de la FIFA fue diseñado y fabricado en el año 2001 por la firma italiana de diseñadores y arquitectos Sawaya & Moroni.  El trofeo que tiene una altura de 49 centímetros y un peso de 2.92 kilogramos, está compuesto por una figura con tres pilares fundamentales: Respeto, Juego Limpio y Trabajo en Equipo, sobre las cuales reposa un balón. Está hecho de plata y su base de lapislázuli.
Mundial Sub-20
Túnez 1977
    La primera edición de la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, se realizó en Túnez, entre el 27 de junio y el 10 de julio de 1977. Los participantes fueron Austria, Brasil, Costa de Marfil, España, Francia, Honduras, Hungría, Irán, Iraq, Italia, Marruecos, México, Paraguay, Túnez, Unión Soviética y Uruguay.
El campeón fue Unión Soviética que le ganó 9-8 a México con cobros desde el punto penal. El goleador fue Aguinaldo Roberto Gallón de Brasil.
    La sorpresa la daría el equipo mexicano al vencer en las semifinales al equipo brasileño, que eran los grandes favoritos.

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NOTAS:
1. Alfred Wahl. Historia del fútbol, del juego al deporte. Ediciones BSA, 1997 Barcelona, p. 14
2. Ibíd., p. 14
3. Alberto Galvis Ramírez. Cien años de fútbol en Colombia. Editorial Planeta, Bogotá, 2008. p. 12
fuente consultada:
www.fmf.com

---* UNA TARDE DETENIDO EN NUEVA EPS

Por Carlos E. López Castro

Prefiero un calabozo en la cárcel que una detención sin causa justa en urgencias de Nueva EPS, como me sucedió el pasado 18 de mayo.
    Ese día ingresé a las 2 de la tarde como periodista de la Revista Historias Contadas –encubierto como cualquier ciudadano que visita un paciente- a realizar un reportaje periodístico a las instalaciones de urgencias de Nueva EPS (antiguo Instituto de Seguro Social). Conversé con algunos pacientes, adultos mayores y al comprobar el estado colapsado y el hacinamiento que presentaba el lugar, tomé algunas fotos con el fin de reportar las condiciones que presentaban esos pacientes adultos mayores que cumplían entre 20 y 36 horas de estar hospitalizaos, sentados en una silla plástica sin asignación de una cama o camilla.
    En el momento de las fotografías fui interrumpido por uno de los médicos y por un vigilante que se dirigieron a las personas encargadas del asunto.
    En diálogo con la comunicadora social encargada de la EPS, me dijo que no podía responder a algunas preguntas y que yo no podía salir de las instalaciones hasta que no borrara las fotos (aunque  lo ideal sería que me solicitara publicar las fotos respetando la identidad y la privacidad de los pacientes y del personal médico por motivos de seguridad).
    Al negarme a borrar las fotos de mi cámara (por ser material de mi trabajo amparado en la ley 20 de la Constitución sobre la libertad de prensa), me informó que llamaría a Personería y a la policía para que me obligaran a borrar las fotos.
    Efectivamente, casi una hora después llegaron dos agentes de policía. Yo insistí en la presencia de algún funcionario de Personería (para reportar las dos situaciones injustas), lo cual no fue posible según respuesta telefónica de la doctora Nelly Margarita, de derechos humanos de la Alcaldía. Con la amenaza de no poder salir del lugar (detención sin causa justa) uno de los agentes de policía me obligó a borrar las fotos.
    Por eso, le doy al lector una idea de las imágenes que capté con mi cámara: es como ver una película de guerra donde se muestra un hospital con los corredores atiborrados de heridos en camillas improvisadas, dignas. Pero en este caso, el cambio está en que en la Nueva EPS la mayoría eran adultos mayores, heridos por enfermedades que trae la guerra contra los años, y algunos completaban entre 20 y 36 horas de estar hospitalizados, pero sentados en indignas  e incómodas sillas plásticas.
    En estos hechos se violaron los derechos de los pacientes hospitalizados en sillas y el mío como periodista, por la detención sin causa justa.

Medellín al cumplir 335 años, ¿cuál es el futuro de nuestra memoria?

 Por Carlos E. López Castro

Como todo acontecimiento histórico, la fundación de Medellín fue un proceso de varios años que hoy es posible conocer gracias a los archivos escritos que se conservan de esa época. Pero hoy, la misma tecnología mal utilizada es la culpable de la pérdida de archivos y fotografías de la ciudad (testimonio del presente para el pasado) al borrarlas, con un simple clic, en computadores y cámaras digitales.
    La fundación de Medellín se empezó a gestar el 20 de marzo de 1671 (fecha que se considera como la primera fundación), pero el 2 de noviembre de 1675, es la fundación oficial porque el gobernador Miguel de Aguinaga en persona dictó el auto de erección del sitio de Aná en Villa de Medellín. Este nombre fue en honor a su protector y Presidente del Consejo de Indias, que lo era don Pedro Portocarrero (Conde de Medellín) quien intercedió en Sevilla (España) a favor de los habitantes del Valle de Aburrá, aburreños.
    Cuando se conmemoró, en el año 1875, los doscientos años de la fundación, se creó la Urna Bicentenaria que consistía en guardar (en un baúl de madera) fotografías y documentos para que fueran abiertos cien años después. Se abrió la urna en 1975 encontrando valiosas fotografías testimonio del pasado.         Esta es una época propicia para reflexionar sobre el legado histórico que no estamos guardando, memoria que se está perdiendo para futuras generaciones a causa del cambio en la tecnología. En pocos años, hemos pasado de guardar archivos y documentos en discketes, luego a C.D., después a formato DVD, y hoy a memorias USB las cuales en poco tiempo serán inservibles con lo cual se perderán archivos y textos que no fueron publicados en papel.
    Otro ejemplo está en que las antiguas emisoras grababan sus programas en cintas diferentes a las de hoy que son casi imposibles de reproducir o escuchar, perdiéndose así importantes archivos para la historia. Hoy se está pasando de casetes a grabación digital que dentro de algunos años habrá cambiado. Y en cuanto a los videos familiares o sobre la ciudad, del Betamax se pasó al VHS que ha quedado en el pasado reemplazado hoy por el DVD.
    Por todas las razones expuestas, desde esta revista le seguimos apostando desde hace 7 años a la imprenta en papel de nuestros textos y fotografías para que en las bibliotecas y en los hogares perdure durante muchos años una pequeña muestra de lo que ha sido Medellín, sus calles, el centro y la comuna 10, La Candelaria.
    Es importante el hecho de conservar los textos escritos porque hoy podemos leer (para conocimiento de nuestra historia) lo que el carmelita Fray Antonio Vásquez, 30 años antes de la fundación de Medellín, escribía:
    “A 20 leguas de Antioquia (Santa Fe de Antioquia) está el Valle Aburrá de los más fértiles, y abundantes de pastos, que ay en todas las Indias, por cuya causa ay en él gran suma de ganado mayor y menor, cavallos, yeguas, mulas, danse en él muy buenas hortalizas, y legumbres, es de temple mas frío, que caliente: cogese en él gran cantidad de maíz, quatro, o cinco especies de frisoles…”

La carrera Girardot, donde estaba el circo España

Por Carlos E. López Castro

Los sitios más importantes del pasado de la carrera Girardot fueron el “Puente Colgante” construcción dirigida por los estudiantes de la Escuela de Minas, en la quebrada Santa Elena, y el circo España, ubicado entre las calles Caracas y Perú.
    Esta carrera 43 toma el nombre en memoria de Atanasio Girardot, quien nació en una antigua casa cerca de la iglesia La Veracruz, en mayo de 1771. A sus 18 años terminó su carrera de abogado, a los 22 años era coronel. Participó activamente en la campaña libertadora y murió en la batalla del cerro El Bárbula en 1813.
    Antiguamente la carrera Girardot se confundía con el callejón llamado El Chumbimbo que empezaba en el puente de Girardot y continuaba hacia el norte desembocando a media cuadra del Circo España.
    En el año 1870 se decía de la carrera Girardot que era la más oriental recientemente abierta. Principia en Pichincha y sigue hacia el norte, cruzando la quebrada y llega al Chumbimbo una calle sin nombre.1
    En la carrera Girardot con Maracaibo existió un árbol de Guanábano, nombre con el que fue bautizado todo el sector (hoy parque del Periodista).
    Algunos cronistas del pasado, testigos directos que vivieron la época escribieron sobre el Circo España así:
    “Circo España, construido en 1909-1910 por una sociedad formada por don Daniel Botero –terrateniente urbano en la zona, cuya casa quedaba en Maracaibo con El Palo-, don Antonio Gutiérrez, don Ernesto Trujillo, don José Ughetti y don José Zapata; el arquitecto fue Horacio Rodríguez. Esta importante obra se destacó desde entonces, según algunos, incluso a nivel suramericano. Cuando en 1912 se importó, además, de Alemania y a todo costo, la gigantesca estructura metálica para ponerle una cubierta que permitiera funciones permanentes de teatro, ópera y cinematógrafo, hubiese o no lluvia, este espléndido escenario cumplió  un papel capital en Medellín y fue por mucho tiempo motivo de justo orgullo, ya que su capacidad para dichos espectáculos llegaba hasta la increíble cifra de 7.000 espectadores (para “circo de toros” propiamente dicho, sólo 5.000). El circo ocupaba un basto cuadrilátero entre la calle Caracas y Bolivia y las carreras Girardot y Córdoba”.2
    Hasta se dice que en Girardot con Perú existió una cancha de tenis en el año 1915.
    En 1925, en una guía turística de Medellín, se dice del Circo Teatro España: “Calle de Caracas. Teléfono: 180. Una de las mejores plazas de toros en Suramérica, que se ha adaptado también para representaciones teatrales y de cinematógrafo al aire libre.3
    “Frente a la Puerta Mayor, y por su césped, era por donde a lado y lado, la imaginación de alguna señora había ideado lo de los estanques y lo de los patos. Patos que durante mucho tiempo retozaron apaciblemente los domingos de corrida, indiferentes a la soberana grita del respetable apiñado en las galerías y a buen seguro algo pasado de aguardiente. Algunas soberanas palmas –mucho más soberbias de las que se les pudieron brindar a los lidiadores- y que se murieron de viejas  antes de que el Circo fuera transferido a otro sitio, encuadraban también la Entrada Mayor, con su avenida de cascajo, sus ribetes de geranios y sus dos estanques donde retozaban los patos… No fue el Circo España el primer circo que hubo en Medellín. Lo precedieron el Circo de El Palo… En cambio fue el más grande que hubo para su tiempo. Le precedió inclusive, a las Arenas de San Diego, en Bogotá”.4
    Por otra parte, don Jesús Peláez, lo describe así: La muy hermosa arquitectura de la entrada, estaba ubicada al cruce de la carrera Girardot con la calle Caracas. Una avenida amplia, de la entrada hacia el interior, daba acceso al público que había pagado la entrada a palcos y otros sitios especiales, reservados a las personas económicamente pudientes. Los pobres, los pata al suelo, tenían su entrada por la calle Perú. Allí, un hombre de apellido Peña, que había dejado el puesto de policía, se las entendía con toda la muchachada –en su mayor parte niguatera- que pretendía entrar al espectáculo haciendo torres humanas para ganar la tapia, y luego, saltar al piso para colarse diseminándose entre los espectadores.5

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NOTAS:
1Ricardo Olano. Memorias. p. 314
2Fabio Botero. Cien años de la vida de Medellín. Editorial U. de A. y municipio de Medellín. Segunda edición, 1998, p. 97
3Varios autores. La ciudad año 1925, p. 317
4Uriel Ospina. Medellín tiene historia de muchacha bonita. Ediciones Tercer Mundo, Bogotá, 1976, p. 90
5 Jesús Peláez Álvarez. Revista Historias Contadas No. 17, octubre de 2005, p. 28

La carrera Bolívar era motor de la Villa

 Por Carlos E. López Castro

De Norte a Sur, la carrera Bolívar en un tiempo iniciaba en el antiguo Bosque de la Independencia, pasando por el cementerio de San Pedro, el hospital San Vicente de Paúl y el parque de Berrío para terminar en la antigua estación del ferrocarril de Amagá hacia el sur de la calle San Juan.
Sobre la carrera Bolívar, escribe Carlos J. Escobar G. en su libro Medellín hace 60 años:
“Desde el “Cementerio de San Pedro”, de para arriba, es decir, según la corriente o dirección del río Medellín en antes el “Aburrá”, no había sino pedazos de mangas cubiertos de maleza y cercadas con alambre de púas, y con muy pocas casas, las que estaban colocadas a larga distancia la una de la otra… Hasta llegar al “Puente de Arco” el que estaba construido con mezcla de concreto con piedra labrada, con barandas o rejas del mismo material y pintada con color verde, el cual tenía a uno de sus lados la vieja casa donde funcionó el taller de tejidos de don Carlos Montoya, y al otro la de don Julián Vélez la que estaba cerca a la botica del doctor Teodomiro Villa… Seguía por la parte occidental de la Plaza de la Candelaria la casa de dos pisos con balcón hacia la plaza y pintada de verde de propiedad de los señores Restrepos; lugar ocupado por los edificios donde están las oficinas de la Compañía “Colombiana de Tabaco” y del “Banco de Bogotá… y por último la vieja y mal constuida casa en donde estaban los “Baños de Palacio”1 (1 Carlos J. Escobar. Medellín hace 60 años. Instituto Tecnológico Metropolitano, primera edición 1946, p. 56-61)

BAÑOS DE PALACIO
“En la antigua casa de don Juan Mora Berrío, situada en el Terminal de la hoy carrera Bolívar, estableció el señor Antonio Palacio una casa de baños alimentados por aguas que el señor Mora Berrío traía de su finca de Miraflores, después de …
CEMENTERIO DE SAN PEDRO

CARRERA BOLÍVAR. “Hasta 1897 esta carrera en su parte sur iba solamente unos metros después de Maturín. En ese año por acuerdo N° 28 se hizo un contrato con Rafael Isaza, Macario Restrepo, Eduardo Vásquez y otros para abrirla hasta la calle de San Juan y se abrió en efecto en esos tiempos. Oí decir alguna vez que D. Luis Girardot, padre de Atanasio [Girardot] trató de abrir esta calle desde fines del siglo XVIII o Principios del XIX y no pudo conseguirlo porque desde entonces abundan los ‘hombres estorbo’. De San Juan va esta falle hasta el Bermejal y esta última parte fue la entrada única de Medellín por el lado norte hasta que se abrió Carabobo. Se ha ampliado esta carrera en los puntos siguientes:
En 1923 o 1924 en el costado occidental del parque con
motivo del incendio que hubo pocos años antes en ese lugar. Entre Boyacá y Calibío: según escritura del 8 de marzo de 1920, Ricardo alano cedió una faja gratuitamente frente al edificio Olano, para construir éste. Quiero anotar que la círcunstancia de que yo ofrecí al municipio esta faja espontáneamente suplicándole al Cabildo que aceptara la donación que hacía por convenir a mis intereses, pues el edificio qUe iba a construir quedaba mejor y ganaba mucho, dando a una calle ancha en vez de una estrecha.
Según Acuerdo N° 82 de 19 de junio de 1922, Ma. Josefa v. de Córdoba vende 103 varas cuadradas a $30.00 vara.
Según Acuerdo N° 121 de 9 de septiembre de 1922, Enrique Mejía vende una faja de 48 varas por $1.448.00 para ampliar Bolívar a continuación del anterior.
Según Acuerdo N° 153 de 11 de octubre de 1927, Enrique Mejía y Benjamín Moreno venden por $10.000 un ensanche donde está hoy el Edificio Henry,
Acuerdo N° 224 de 1932: Lajunta del Hospital de S. Vicente de Paúl cede al Distrito una faja de terreno de 144 1/2 metros de longitud por 3 metros de latitud, con cabida total de 433.40 metros cuadrados para ensanche de la carrera Bolívar; tal junta cercará de alambre sus terrenos frente a las carreras de Bolívar y Carabobo, y mantendrá limpios y despojados los frentes de tales carreras. Para tales gastos dará el Distrito $300.
Otras ampliaciones se hicieron en la parte norte de la carrera.
Entre ellas al frente del Hospital y al frente del barrio del Prado, por sesión gratuita que hicieron sus dueños Enrique Moreno y Ricardo alano. Acuerdo N° 187 de 1933.
El puente sobre la quebrada en el punto en que la cruza esta carrera fue construido por Caldas en 1814 Y fue el primero que hubo en la ciudad y se llamaba Puente de Arco. Fue reconstruido en 1906”.

Policía comunitaria para prevenir

 Carlos E. López Castro
   
“Educa al niño hoy y no tendrás que castigar al adulto mañana”, es la frase más acertada para hablar de la Policía Comunitaria. La seguridad ciudadana, (mas no la “seguridad democrática” tan desprestigia con muertes y represión) se puede lograr mediante campañas educativas y preventivas sin armas como las que realiza a diario la Policía Comunitaria en la comuna 10, La Candelaria.
Un trabajo silencioso –sin estadísticas numéricas –pero efectivo a largo plazo–que construye ciudadanos ejemplares. Bien vale la pena visibilizar su trabajo, contar sus historias desde estas páginas con este diálogo con el Intendente Yohan Patiño Ramos.
–¿Qué es la Policía Comunitaria?
–La Policía Comunitaria es una modalidad de servicio público de policía orientada a contribuir con la seguridad y la convivencia. Es ese grupo de policías que intentan recobrar por parte de la comunidad la confianza en la misma policía. Tenemos el acercamiento con la comunidad. Dialogamos, escuchamos a nuestra razón de ser que es la comunidad.
–¿Qué actividades realizan ustedes?
–Desarrollamos diferentes programas de participación dentro de los cuales contamos con los frentes de seguridad, la policía cívica juvenil, escuelas de seguridad y convivencia ciudadana, la red de apoyo y comunicaciones, red de cooperantes, policía cívica de mayores, encuentros comunitarios, campañas de gestión comunitaria, campañas educativas, grupo de apoyo social, red de apoyo y solidaridad ciudadana.
–¿En qué consisten los Frentes de Seguridad Local?
–Son organizaciones cívicas voluntarias de carácter comunitaria lideradas por la policía nacional donde sus asociados deciden organizarse para mejorar la convivencia y la seguridad ciudadana.
–¿Cómo participa la gente de la comuna 10 de estos frentes?
–Se toma contacto con la comunidad que quiera participar en los programas de su propia seguridad y convivencia. En una reunión, la misma comunidad decide cuál programa se puede ajustar a la solución de la problemática de su sector. En la misma reunión se escoge a un coordinador del frente de seguridad es la persona con la cual tiene más contacto la policía comunitaria. El frente de seguridad se toma en una cuadra. Mi vecino del frente me cuida a mí mientras yo lo cuido a él.
–¿En la comuna 10 existen sectores donde la comunidad participa más?
–Tenemos puntos donde la comunidad es muy unida: Prado, Boston, Bomboná. Los sectores comerciales no son tan unidos porque los empleados de esos locales están de paso y se debe tomar contacto con las personas que más permanecen en ese sector. Los propietarios casi no se mantienen.
–¿El trabajo de ustedes es preventivo o de armas? 
 –Nosotros trabajamos es en la prevención. Orientando a las personas en que no sólo la seguridad la brinda la policía, los civiles deben brindarnos a nosotros esa información y colaborar con su propia seguridad. Pueden tomar contacto con nosotros en el teléfono: 254 58 19. La policía Comunitaria cuenta con 16 unidades distribuidas en sectores: Boston, Prado, Chagualo, Corazón de Jesús, San Diego La Bayadera, Colón, Niquitao Bomboná, Centro La Candelaria y zona segura La Gran Manzana.
–A nuestra revista han llegado denuncias de inseguridad y robo de celulares en el Centro, y ante la queja a la policía, nada se hace. ¿Qué nos dice de eso?
–Nosotros tenemos autoridades que son los veedores ante nuestro desempeño. En la comuna 10 deben trasladarse a la Estación de Policía Candelaria y hablar con el Comandante Beltrán. Las leyes con el sistema penal acusatorio nos tiene maniatados. Si me dicen que ese señor que está ahí me robó el celular, sólo lo puedo capturar en fragancia, en el momento voy y lo registro y si en sus pertenencias no tiene un celular no existe motivo para judicializar. Pero la gente debe de denunciar, con esa acumulación de denuncias se pude judicializar a esas personas que hurtan.
–¿Cómo es el trabajo de prevención con niños y jóvenes?
–Su nombre es policía cívica juvenil. Directamente tomamos contacto con niños entre 7 y 15 años, los orientamos en la prevención con diferentes programas, se les enseña para ser personas de bien para su futuro. Para el 30 de abril, se van a llevar unos dos mil niños al Parque de las Aguas, con motivo del día mundial del niño, con una actividad que se llama Carnaval de la Alegría. Otro programa muy importante son las Escuelas de Seguridad y Convivencia Ciudadana, en el que se orienta a la comunidad cómo actuar en determinadas ocasiones con algún inconveniente, la resolución de conflictos, a ser más tolerantes, a pensar antes de actuar, a tener en cuenta que existen autoridades legales como secretaría de gobierno, policía, ejército, autoridades que trabajamos de mano del Estado.

El verbo Juniniar en una vía peatonal

Por Carlos E. López Castro

Antiguamente, la carrera Junín era conocida como  El Resbalón, que fue una danza popular de los viejos tiempos.
    Junín fue el nombre de una de las batallas que ganó Simón Bolívar para lograr la independencia de Ecuador.
    El sector al norte de la quebrada Santa Elena, no estaba poblado en el primer croquis de la villa en el año 1783, sólo existían casas de La Playa hacia el sur. Con la construcción del puente Junín se inicia el poblamiento de ese sector al norte. En algunas fotos antiguas podemos ver como en esa época algunos habitantes sacaban oro debajo del puente Junín en la quebrada Santa Elena.
    Una muestra de nuestra ciudad en tiempos en que sus calles eran similares a las de un pueblo, la podemos ver en un aviso del periódico El Bateo del 19 de octubre de 1904: “¡Marrano! Tengo en mi poder uno que me acompañó anoche desde el puente de Junín hasta mi casa. Lo entregaré a quien me de (sic) señas exactas de él. Cobraré el potreraje”.1
    Durante muchos años el verbo juniniar se refería al hecho de caminar por la carrera Junín, para ir de compras, de paso o al encuentro para dialogar con otras personas. Junín, donde nadaístas, colegialas, desempleados, ricos y pobres se revolvían en las mismas necesidades de comprar o vagar. Pero el sector de la calle Colombia hasta Amador, se confundía con el Guayaquil de cafetines y burdeles.
    En la esquina de Junín con La Playa (donde hoy está el edificio Coltejer), en 1924 fue inaugurado el monumental edificio Gonzalo Mejía (construido con dineros del Consorcio de Fomento: Gonzalo Mejía, Nemesio Camacho, Juan Di Domenico y Harold B. Mayham), diseño de Agustín Goovaerts. En este edificio estuvo hasta 1968 el hotel Europa y el Teatro Junín que en su época llegó a ser el séptimo teatro más grande del mundo y el primero en Colombia con capacidad para 3.500 entradas, así: mil personas en luneta, 500 en primera, siete palcos de 6 entradas cada una y más de dos mil entradas de galería.
    Otro sitio muy recordado durante muchos años fue el Club Unión, hoy convertido en centro comercial. Así se cuenta como se fundó: « ...les contaré que hubo aquí dos clubs, que se llamaron «El Club Belchíte» y «El Club de la Mata de Moras», que era de viejos y que pronto se refundió en el Unión... El de la Mata de Moras, dizque porque en alguna ocasión el doctor Teodomiro Llano había dicho: Aquí no hay más moral que la mata de moras…»2
    En el pasaje Junín, frente al Club Unión estuvo el teatro María Victoria, que según el historiador Fabio Botero: “Este teatro sufrió en 1935 un trágico accidente, cuando la vibración del gran ventilador central produjo el desplome del techo, accidente en el que pereció el escritor  santandereano Jaime Garíca Parra, y varias personas más”.3         Existen situaciones en la vida urbana que hacen que ya las calles no vuelvan a ser las mismas. Una de esas situaciones es el recuerdo de muchos veteranos que en su niñez iban los domingos a cine, al teatro Junín y a su salida la muchachada se reunía para intercambiar revistas.
    En 1934, la carrera Junín ya estaba pavimentada y en 1935 fue el año en que se les da un número a las calles y carreras, y Junín se empieza a conocer como la carrera 49.
    En 1939, se inicia la ampliación y continuación de la carrera Junín desde La Playa hasta San Juan (punto conocido como Los Balcanes). En 1940 escribe en sus memorias don Ricardo Olano sobre este ensanche: “Carrera Junín: Los trabajos de esta ampliación marchan normalmente aunque muy despacio. Al frente oriental de la Plazuela Uribe Uribe ya la avenida está abierta en el lote comprado a los señores Melguizo y se han construido allí edificios modernos… En el comienzo de la avenida sobre la orilla de la quebrada de Santa Helena (sic) ya se tumbó el edificio de los señores Vásquez Uribe, donde estaba la cantina de la Bastilla edificio mezquino y antiguo que era una vergüenza de Medellín en esa parte central”.4
    Pero otras personas no pensaban igual de La Bastilla, café que durante muchos años fue el templo de un grupo de intelectuales y del cual el historiador Fabio Botero escribe: “El café La Bastilla que fungió entre 1915 y 1970, con una triste muerte en el olvido y abandono hacia 1995”.    (Fabio Botero. Cien años de la vida de Medellín. Editorial Universidad de Antioquia. Segunda edición 1998. pág. 558)
    Otro protagonista y testigo de los tiempo idos fue el señor Jesús Peláez Álvarez, colaborador durante seis años de Historias Contadas, quien escribía sobre el Café la Bastilla, así: “La muy selecta clientela del mencionado café mantenía llenas todas las sillas del establecimiento. Un sitio aparte estaba reservado a Tomás Carrasquilla, a Horacio Franco y a otros periodistas muy prestigiosos. Emilio Jaramillo y José Mejía se insultaban todos los días en los periódicos que regentaban con mucha autoridad. En La Bastilla eran aplaudidos frenéticamente estos maestros de la diatriba. También en Junín con Colombia teníamos “El Bateo”, periódico de humor subido. En las páginas de este semanario aparecía todo lo que ocurría en la ciudad y aún en la nación cuando la cosa valía la pena comentarla. Don Enrique, personalmente entregaba el periódico a la muchachada que esperaba la salida del periódico más grosero. Las gentes de todas las pelambres sociales compraban “El Pasquín” que se agotaba inmediatamente. Lo doblaban con cariño como quien envuelve una reliquia muy estimada”.5
    Junín, con el paso del tiempo se llenó de almacenes y se fueron instalando restaurantes, cafeterías y salones sociales en los cuales una parte de la élite de la ciudad se reunía en la tarde a tomar el té. Costumbre que se perdió porque ya el verbo es juniniar, en el cual los visitantes del Centro... con la misma vara serán medidos.
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NOTAS:

1 Periódico El Bateo. 19 de octubre de 1904.
2 Varios autores. La ciudad y sus cronistas. Instituto Técnico Metropolitano. Medellín, p. 106
3 Fabio Botero. Cien años de la vida de Medellín. Editorial Universidad de Antioquia. Segunda edición, diciembre de 1998
4 Ricardo Olano. Memorias tomo II. Colección Cielos de Arena. Medellín, 2004. p. 608
5 Jesús Peláez Álvarez. En Revista Historias Contadas No. 38, p. 12